De niño vi la luna deslizarse, un lienzo puro entre ramas dormida… Mi alma quiso su brillo adueñarse, mas lo efímero dicta sus medidas. Testigo muda de juegos y sueños,
De la mesa soy goloso, no lo puedo ya ocultar, que en la vianda hallo el gozo que otros buscan sin cesar. Un buen queso bien curado,
1. El gato con botas rojas Había un gato en mi tejado, con botas rojas y un gran sombrero… saltaba alto, daba un brinco, y hacía acrobacias en el alero.
Bajo un cielo sin luz, sus pasos s… el viento helado canta sobre el po… y las sombras del hambre nunca se… La calle los cobija con su manto m… y sus ojos, vacíos, buscan algún d…
En cada brisa viene tu fragancia, el eco tibio de tu voz callada, memoria dulce, herida no olvidada, que en mis pupilas vuelve en nosta… Las horas mueren, dolor que resum…
Rueda la nube, riega el maíz, canta la tierra, baila el maíz. Corre la fuente,
En el café perdido del recuerdo, hallé tu sombra dibujando el vient… Mi pecho, brújula de un sentimient… se ancló en las calles de un amor… Tus risas, hojas caen en este acue…
Luz do Amencer Brilla a estrela no ceo dourado, canta a rula cun son namorado. Chega o alborexar, doce e calado, traza no vento camiño encantado,
Mamá, hoy brilla más el sol, las flores bailan al viento, porque es un día especial, un día de amor y talento. Eres fuerte como un río,
Hebras de plata en tu cabellera Hebras de plata en tu cabellera, tiempo bordando su sutil empeño, huellas de historia, susurros de u… dulce alborada que el alma venera.
Ya la Navidad llega en su esplend… mas falta el brillo cálido en mi v… tu ausencia es noche fría y escond… mi alma un eco hueco de dolor. Tu risa era un refugio, un fulgor,
En la tarde inmóvil una luz antigua se pliega sobre el lomo del mar. Nada se rompe. Nada interrumpe el eco
Nació mi verso en la olla hirviend… donde el agua canta su son sonoro, se hizo estrofa cuando, riendo, saltó la sal con gesto de oro. En la sartén del alba espumosa
El caracol cantor En un jardín muy soleado, vivía un caracol encantado. Cantaba al sol cada día, con su voz de melodía.
Nací yo para adorarte, Naciste tú para mí. Destino en versos de mármol, dictados en oro y rubí. Los astros fueron testigos,