Las flores del banquete
En el jardín de los sueños
hay flores de mil sabores,
dulces como los suspiros,
crujientes como tambores.
Las hay de pétalos rosas
con gusto a caramelo,
otras de un azul profundo
que saben a puro cielo.
Las violetas son de azúcar,
las caléndulas, limón,
y si pruebas una estrella...
¡te brillará el corazón!
Se sirven en un plato mágico,
con polen y confitura,
y quien las come, sonríe
con una risa dulzura.
Las velas de miel
Para un pastel encantado
con llamas de oro y de sol,
necesitamos velitas
hechas con miel y amor.
Las abejas laboriosas
las tejieron con dulzura,
las encendemos cantando,
¡y brillan con hermosura!
Cada llama tiene un brillo
que ilumina la emoción,
y cuando soplas con ganas...
¡te regalan un deseo al montón!
Si las pruebas con un beso,
sentirás su dulce piel,
porque en cada velita
se esconde un panal de miel.