Cargando...
Emiliano A. Castillo

Eterna musa

Luz de la noche, testigo callada,
susurro eterno de un tiempo perdido,
brillabas dulce, con calma dorada,
sobre el sendero que nunca he olvidado.
 
Tu rostro pleno de plata y de encanto,
pintaba sueños en la piel del cielo,
mientras mi alma, en su pequeño manto,
tejía amores con febril desvelo.
 
Oh luna pura, de niña mirada,
fuiste promesa de la eternidad;
mas hoy tu fulgor, aunque no menguada,
me habla de un eco de fragilidad.
 
Eterna musa de infante memoria,
guarda en tu albura mi fugaz historia.

Preferido o celebrado por...
Otras obras de Emiliano A. Castillo...



Arriba