El Brillo de mis Caireles
En el ruedo me detengo,
la arena besa mis suelas,
y el sol, como un dios altivo,
me viste de oro y estrellas.
Brillan fuerte los caireles
sobre el pecho que no tiembla,
y en mis manos, el capote,
vuela rojo como ofrenda.
El toro, negro y bravío,
rompe el viento con su fuerza,
pero el arte de mi duelo
se dibuja en cada vuelta.
No es la muerte quien me llama,
es la vida quien espera,
en la danza de este encuentro
que al destino desafuera.
Los caireles son mi orgullo,
mi reflejo y mi bandera,
testimonio de un legado
que en el ruedo siempre queda.
Si mis pasos hoy se apagan
y mi sombra se dispersa,
que el brillo de mis caireles
cuente al mundo mi proeza.
Por mi sangre corre el arte,
por mi alma, la promesa,
que un torero no se rinde
ni a la suerte que lo enfrenta.
Piaciuto o affrontato da...
