Virtud que en luz y sombra se desliza,
sin joyas que profanen tu pureza,
es cántico de amor, sabia certeza,
que en lo simple su gracia simboliza.
¿Rubí o esmeraldina artificiosa
podrían tu fulgor enaltecer?
Si es tu verdad, desnuda de querer,
más rica que la joya más preciosa.
Que el mundo admire tu sutil grandeza,
pues brillas donde el alma se despoja,
y nada esconde en su total belleza.
Así, sin velo, en carne que no afloja,
eres la luz que vence la crudeza,
y eterna en lo esencial tu fuerza arroja.