Anhelo la luz de Cristo, como el amanecer anhela al día, como el río busca al mar, y el alma sedienta su alegría. Es una llama que no se apaga,

En la tibia penumbra de la cocina tus manos y las mías bailan una danza callada. El agua hierve su impaciencia, la cafetera tiembla de aroma

Mamá, te busco en el cielo, en la brisa del amanecer, en las flores que me abrazan cuando no sé qué hacer. Te encuentro en los susurros

Busco la luz anhelo ardiente, fulgor luciente, de Cristo Jesus. Oh Verbo fiel,

Hoy canta el día, Lucía, tu nombr… la brisa lleva en versos un eco de… la vida, en su susurro, tus años a… y el sol viste de oro la luz que e… Acosta eres en fuerza, en raíces q…

Me miro en el río callado, en el brillo húmedo del suelo, en los ojos que me observan como un eco sin tiempo. Eres tú y soy yo,

Cuando el invierno abraza con su h… y el mundo entero viste blanca cal… mi madre alumbra el cielo de mi al… con un amor que nunca alza el vuel… Sus manos son refugio y terciopelo…

Días verdes de bosque, y días azules de mar, el viento canta en los árboles, las olas juegan sin cesar. Las hojas susurran secretos,

En la penumbra, el susurro del vie… trae un quejido, un lamento escond… Se alzan las sombras, danzando en… bajo la luna, su brillo perdido. La noche guarda secretos de fuego,

Soy tu nictálope, amor, y en la so… vigilo el eco dulce de tu paso, te busco en cada ráfaga y ocaso, siguiendo el brillo que en la noch… Mis ojos, aves de nocturna asombra…