Un ángel de luz despiadada
desde la noche vendrá,
un ángel de clara lectura
se abrirá ante tus ojos,
y nada podrán tus lobos
aullando en las inmediaciones,
nada podrán tus chamanes
danzando sus interferencias.
Vendrá un resplandor, un grito
de luz desgarradora hendiendo
todas tus interpuestas distancias,
todas tus máscaras gastadas,
y arderás, y caerás de bruces,
y tu sistema de linfas sonoras
cerrará su horario nocturno,
y desnudo estarás, hermano.
Desnudo estarás en la luz inicial
circuído de bestias pardas,
rodeado de una atroz caterva
emergida de los sótanos.
Un ángel apocalíptico
vendrá, y arderá en tu retina,
y agitará sus alas ígneas,
y escarbará en tus hojas tristes.