Los vidrios rotos
Poemario: Los vidrios rotos
Recolectaba los vidrios rotos, los de alguien más, los que me iba encontrando, los que me acompañaban en la calle, eran míos, era yo, recogiedome, recolectandome, pero nunca habían piezas suficientes, yo nunca estaba completa a pesar de cargar ventanales enteros estallados y sus sin número de fichas, los vidrios son mis fichas, mis piezas, es que... así de quebrada estoy yo y desacomodada, en desorden, sentí el corazón en las rodillas y mis intestinos en la cabeza, la cabeza la perdí, indague hasta atravesar la piel y el hueso, pero no la encontré, se escondió de mi, se oculto, se marcho o solo esta justo detrás de mis ojos por eso la pude ver.
Le quise mostrar como es que me estaba rompiendo, me salí del bar con tres botellas o más y los empecé a quebrar, con mi cara al frente, furiosa de que no se estallaran y que no me estuviera viendo, dispuesta a terminar herida, ¡se cortó!, ¡tiene sangre!, la sangre corre, la sangre corre y yo estoy quieta, la ciudad quedo en silencio, mi piel esta abierta pero en mi no hay dolor, en la herida se ha ido todo, usted, yo, el bar, la luz, la oscuridad; Las calles se nublaron, estamos parados en la nada esperando a que una nave venga y nos recoja pero ahora solo me arde que nos lleve al mismo lugar, a este espacio abstacto, desordenado, en donde yo me niego a llegar porque no me pude llevar mis pedazos, mis piezas se quedaron ahí, en las calles de la nada, extraviadas, llegue a un hogar lejano al mío, sin las piezas que yo rompí, las olvidadas, aún así busque en la herida y ni una pieza de mí, en mi mano el dolor me dio los buenos días, en las calles olvidadas yo regada en todas partes.
