#EscritoresCamagüeyanos #EscritoresCubanos
1. wax wing No hay silencio sino cuando el Otro habla
Tu cuerpo se recortaba contra la persiana oscura trazando una línea pura –la del torso– que ondulaba con tus gestos. La chilaba
Hojas de palma, corteza de abedul, papel que las manos piadosas han prensado y conserva, en nervaduras rugosas, más obscuras, la materia de los paños originales, la trama que lo creó: s...
¿Los dioses se fueron, se quedaron, murieron con Beny Moré ellos que con él alucinaban, o habitan aún las orquestas habane…
No hay nada permanente ni veraz, ni ajeno al deterioro y la vejez. Se disuelve lo que es en lo que no… y en el iris todo lo que verás. El sujeto no es uno; sino un haz
Ya lo ves, de aquella brasa cuyo ardor te calcinó, saciado, sólo quedó dispersa ceniza escasa. Muda inconstancia que abraza
¡Mira, eso es Cuba! me dice un amigo mientras me señala una delirante mudada que asciende por la calle Neptuno. Sobre una especie de motocicleta que parece diseñada por un mecánico surr...
Recuerdo. Me encontraba en Calcuta. El calor era inhumano, algo viscoso y somnoliente que se pegaba a la ropa, a la piel, que lo inundaba todo con un vaho mórbido, letal como el aliento...
Jardín de los idiomas en el pecho… navegas Curazao contra la costa ar… —pez de fina madera y rosa de los… sobre tu puente gira la luna innav… Jardín de la palabra, forjas en el…
El amor es decir: “Ven a mi casa y comparte conmigo la luz y la pal… Disfruta de mi paz, habla tu idiom… que es como el mío cuando tú lo ha… El amor es decir: “Ven a mi mesa
¿Qué se hicieron los cantantes, los reyes, los Matamoros de dril nevado y los oros de las barajas de antes? ¿Quién las tardes del Cervantes
El sueño no: la pérdida. El blanco roedor, que ciega. Pierdo pie. Todo es compuerta.
Le pusiste a Medea una falda de e… De Flora enderezaste el tacón jor… No hay rima de tu verso que no rom… ni estrofa en que no vuele un zunz… La distancia no existe. Abres una…
Entrando en ti, cabeza con cabeza, pelo con pelo, boca contra boca: el aire que respiras –la fijeza del recuerdo–, respiro y en la poc… luz de la tarde –rayo que no cesa
Flauta. Son. La madrugada se descompone en su prisma de grises donde se abisma el gris de tu voz rajada. Blanco. La línea borrada