De «Leyes mudas de la mano alzada»
—¿Estudias o trabajas? —Soy escritor.
En algún lugar sin nombre, sin mapa, estoy esperándome. El lugar es adentro de mí y cada vez se aleja más de donde e…
Cuando quiero conocer a alguien me busco en Google. Aparecen personas que me reconocen… y otras que huyen de mis ojos inqu… a veces soy perseguido y otras per…
Soy poeta y no tengo remedio. Ni quiero tenerlo. Soy poeta, y es irremediable:
[el poeta en cuestión se ahorró es… … [aún espera el pago de los interes…
Aguas negras de color rojo que nad… Hacinamiento ulterior a la muerte. Igualdad de partes en partes desig… Restos remojados en espera de la l… Pictogramas de la colombianidad mo…
Desde que te conocí, poesía, me hice la misma pregunta. Desde que te conozco, me he hecho la misma pregunta. Y siempre estuviste,
al innumerable grupo de enfermedad… hoy no felicitaremos porque no hab… ni tiempo suficiente si se le toma… por ejemplo, y perdonen lo aleator… podríamos felicitar al síndrome de…
Para que los libros estén en todos los lugares.
Más que temerle a qué dirán le temo al qué diré.
despierto de un sueño extraño dentro de mi otro yo sembré a otro yo
Quienes me ven en la calle no sabe… Aún no es hora de encerrarme.
Resulto ser la bala. Irrumpo en la batalla, busco el corazón de la guerra. De camino, mato lo que soy, siembro nuevos miedos.
Que me lo quiten todo. Quiero que regrese la poesía.
Las horas sin advertir mutaron, son más prófugas y audaces. Los convidados escasean, más irónicos e hipócritas, tiñen las paredes