De «Disentir de las paredes en blanco»
Recordé que estoy hecho de barro y me dejé moldear por el viento. Me convirtió en una vasija y me llenó de él pero no pudo carg…
fui niño y lo supe
Le lanzo piedras a la luna a dios a mi sombra a todo lo que se mueve. Le lanzo piedras al agua empozada
Hubo un tiempo en que los hombres fueron dioses y dominaron todas las artes y las ciencias de forma misteriosa e inmisericord…
Desperté dentro de Sergio Marente…
Quienes me ven en la calle no sabe… Aún no es hora de encerrarme.
El secreto de este negocio es que siempre estamos leyendo.
Cada historia que me fue contada es oída, cíclicamente, una y mil v… cuando estoy en silencio, y, además, guardada bajo llave, como un gran secreto,
es más fácil ahora antes
—¿Me enseñas a escribir poesía? —Eso no se enseña. —¡Enséñame! —No la escribas. —Gracias.
Me da lástima tu sangre cuando cor… sin ritmo ni prosa hacia cualquier… Me doy golpes de pecho por no pone… vieja y desportillada para que no… La otra noche tu muerte me importo…
—¿Qué vendes? —Poemas. —¿Cuánto valen? —No tienen precio.
Soy poeta y no tengo remedio. Ni quiero tenerlo. Soy poeta, y es irremediable:
No importa quiénes sean los comensales al otro lado del libro. La poesía no sabe dar de comer.
Mañana será otro día, le dije a la poesía mientras se en… al riguroso placer de volver a cas… Mañana será el mismo día, dije cuando ya no me escuchaba.