De «Un (casi) poema (malo) al día»
una buena palabra por verso
La veo acercarse, por mí. Sin traje de gala arrima, sin armas. De albo fulgoroso viste sus negras empresas. La veo cada noche, en mi cama,
siguen impunes como si partir
nazco de mí lo veo desde la lejanía la sangre asusta a mi sangre la vida consuela a mi vida
No tengo dónde anidar el mundo es cada vez más plano.
—¡Mira, una estrella fugaz! —¿Qué pasa con las estrellas fugac… —Que se debe pedir un deseo. —Ah… —¡Pídelo!
El día de la madre, de mi madre, e… Ella me enseñó a ser lector, y a r…
lamento destruir sus castillos en… pero yo soy el hombre más rápido d… me lo imaginé ya a usted apuntándo… cuando todavía usted ni el disparo… y lamento destruir mis castillos e…
pueden leer como quieran no
Aguas negras de color rojo que nad… Hacinamiento ulterior a la muerte. Igualdad de partes en partes desig… Restos remojados en espera de la l… Pictogramas de la colombianidad mo…
ateos del mundo, oíd ha nacido una virgen virgen como todas las demás pero esta os dará leche y gratas c… y será la artífice de multitud de…
¿qué me va a decir, pequeño genio? ¿Qué la efe es el grifo del abeced… ¿que el libro es un pájaro con más… ¿qué venecia es el sitio en que na… ¿qué el cometa es una estrella a l…
mire usted cómo es la vida ni si quiera soy capaz de pronunci… y existe la poesía que lo hace por… soy un analfabeto que lo conoció l… disculpe usted el atrevimiento
—¿Quién es usted? —Eso debería saberlo usted.
lo comprendo tarde la vida lo era todo nada más