De «Un (casi) poema (malo) al día»
—¿Cómo se llama esto? —Mar. —¿Y para qué sirve? —Para irse.
Si fuera posible cambiaría de piel a diario. Y si fuera imposible cambiaría de piel a diario.
Uno de los dragones me chamusca la… el otro, simétrico, sabe quién est… llega hasta sus aposentos y se arr… Un dragón, huraño, me renunció mal… impiedoso en la lucha con los caba…
Colores blandiendo la espada de la… Convites acuosos desde el fervor i… Visitas empíricas e inusitadas par… Cubrimiento de primer nivel de las… Insectos demorados en la barra del…
Cuando el poeta se queda solo la tierra tiembla. Tiemblan juntos… No se sabe si por lo mismo o por todo lo contrario.
La enemiga defunción te invita, pero no asistas a esa fiesta. Vete pronto a tu lejana villa, roe un árbol, dale una semilla.
Los pájaros no salen a volar porque sí.
Soy poeta y no tengo remedio. Ni quiero tenerlo. Soy poeta, y es irremediable:
—¿Por qué vistes de negro? —Es el duelo. —¿Por alguien? —Con alguien. —¿Quién?
ya sé que de mejores
La humanidad vino de un árbol que… La humanidad es una pared a punto… La humanidad, conmigo adentro, es…
una buena palabra por verso
No importa el lado de la puerta que nos vea. El afuera siempre está adentro.
hay luz en todos lados mis pupilas duelen y mi alma no sabe qué no hacer
No importa quiénes sean los comensales al otro lado del libro. La poesía no sabe dar de comer.