Al soplar el viento, estás
como una daga,
como una astilla en medio del alma.
Que duele pero más profundo
que se hunde y se atornilla en mi corazón.
Que a su paso pernicioso va dejando una huella oscura
a los bordes de mis arterias
y por las noches muerde circulando mi memoria.
Es la noche, si
Son las nubes
Es la lluvia.
Contagio oscuro como niebla.