A Alejandro Robert.
No es bueno recordar que algún día te quise, pues te incertas como pájaro carpintero de nuevo en mi mente,
No quisiera, ni por un momento, recordar la figura que en ti habita,
Me tiemblan los recuerdos que automáticamente suprimo en mi caja de deshechos atesorados.
Las posturas de pronto cambian de forma, y comienzan como a manifestarse dentro de mi mente,
Una voz que viene de un pequeño fantasmita igual que tu, aboga por el recuerdo.
Prefiero no pensar en tu voz, ni en tus manos, ni en tu cabello.
Todo eso ya está olvidado, es como recoger pedazos mojados de un lago.
Así será, pues ni este poema debió existir, no quiero si quiera mencionar que de pronto volví a pensar en ti, ni que mi mente escuche que recordé todo eso que te forma, ni que mi corazón sienta algo llamado tristeza por no verte cerca.