#Andaluces #Españoles #Generación27 #PremioNobel #SigloXX
A ti, esqueleto ornamentado, llena rosa mural en él enguirnaldada; vestido de los huesos, revocada luz en relieve y sólida azucena. A tí, veloz, centella la melena,
Dime que sí, compañera, marinera, dime que sí. Dime que he de ver la mar,
¡Ja, ja, ja! Qué gracioso está mi corazón vestido de smoking rojo ¡je, je, je!
Niebla», tú no comprendes: lo cant… el tabaco inocente, tonto, de tu m… los largos resplandores que por el… al saltar, rayo tierno de brizna d… Mira esos perros turbios, huérfano…
«Pasado el primer melancólico invierno, ya contemplando Madrid disuelto en la neblina, bajo la nieve o a la luz de esos cielos tan suyos, tensos de azules congelados; ya consolándome co...
«Para mí, tú: la poesía, el bello sur, donde los vinos por las laderas y caminos derraman fuentes de alegría. ¿Qué hacer en ti sino cantar
De lona y níquel, peces de las nub… bajan al mar periódicos y cartas. (Los carteros no creen en las sire… ni en el vals de las olas, sí en l… Y aún hay calvas marchitas a la lu…
Cuando tanto se sufre sin sueño y… se escucha que transita solamente… que en los tuétanos tiembla despab… y en las médulas arde continua la… las palabras entonces no sirven: s…
La dulzura, el estupro, la risa, la violencia, la sonrisa, la sangre, el cadalso, la feria. Hay un diablo demente persiguiendo
«XI. Desde la ventana de nuestro cuarto, en el hotel Novo Moskovskaia, miro su capital, Moscú, partida por el río Moscova, casi helado, arrastrando grandes manchas de grasa de las fábri...
Mi corbata, mis guantes, Mis guantes, mi corbata. La mariposa ignora la muerte de lo… la derrota del mar por los escapar… Mi edad, señores, 900.000 años. ¡…
Acordaos. La nieve traía gotas de lacre, de… y disimulos de niña que ha dado mu… Una mano enguantada, la dispersión… La derrota del cielo, un amigo.
Por amiga, por amiga. Sólo por amiga. Por amante, por querida. Sólo por querida. Por esposa, no.
Un barco al pasar me trajo las ventanas de mi colegio. Era una plaza redonda con dos araucarias en medio. A las seis se abría una puerta
A veces Altair gime largo, tendid… hincada por el viento oscuro que l… agitada en su sima dulce de espumas lentas que la lle… casi a morir sin voz, para salirse