Para hacer esta muralla,
tráiganme todas las manos:
los negros, sus manos negras,
los blancos, sus blancas manos.
Ay,
una muralla que vaya
desde la playa hasta el monte,
desde el monte hasta la playa, bien,
allá sobre el horizonte.
—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—Una rosa y un clavel...
—¡Abre la muralla!
—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—El sable del coronel...
—¡Cierra la muralla!
—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—La paloma y el laurel...
—¡Abre la muralla!
—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—El alacrán y el ciempiés...
—¡Cierra la muralla!
Al corazón del amigo,
abre la muralla;
al veneno y al puñal,
cierra la muralla;
al mirto y la hierbabuena,
abre la muralla;
al diente de la serpiente,
cierra la muralla;
al ruiseñor en la flor,
abre la muralla...
Alcemos una muralla
juntando todas las manos:
los negros, sus manos negras,
los blancos, sus blancas manos.
Una muralla que vaya
desde la playa hasta el monte,
desde el monte hasta la playa, bien,
allá sobre el horizonte...
Alfredo Jiménez G.
8y¡Bello canto de unión entre los seres humanos! Describe con audaz imaginación un paraíso terrenal edificado por TODOS, sin los absurdos e inútiles prejuicios de raza; donde queda desterrado por voluntad colectiva todo lo ominoso del mundo. Convertido en canción en varias versiones, este poema ha adquirido virtudes de himno, aunque por sí mismo ya llevaba música, la cadencia espontánea y sensual del enorme Nicolás Guillén.
Ada Zoe
8yMe encanta y a la vez me trae muchos recuerdos...
Marcos Capitanachi
6yporqué Silvio leer esta poesía hoy día, será que no siente que la petición se haya cumplido, o porque sería bueno pensar en que puede haber murallas buenas y murallas malas 29 de noviembre de 2018México.
Gerson Adrian Cordero
6yEs una obra maestra