El Cid se dirige contra tierras d… Aquí se empieza el poema de Mío C… Ya ha poblado Mío Cid aquel puert… se aleja de Zaragoza y de las tier… atrás se ha dejado Huesca y el cam…
A caballo en el quicio del mundo un soñador jugaba al sí y al no Las lluvias de colores emigraban al país de los amores Bandadas de flores
El olvido no es victoria sobre el mal ni sobre nada y si es la forma velada de burlarse de la historia para eso está la memoria
En el bosque, de aromas y de músic… la magnolia florece delicada y lig… cual vellón que en las zarpas enre… o cual copo de espuma sobre lago s… Es un ánfora digna de un artífice…
Todo es noche, noche oscura, Ya no veo la hermosura De la luna refuljente, Del astro resplandeciente Sólo siento su calor.
Son de abril las aguas mil. Sopla el viento achubascado, y entre nublado y nublado hay trozos de cielo añil. Agua y sol. El iris brilla.
¿Quién los ve andar por la ciudad si todos están ciegos? Ellos se toman de la mano: algo ha… entre sus dedos, lenguas dulces lamen la húmeda palma, corren por…
ante la lúgubre manía de vivir esta recóndita humorada de vivir te arrastra Alejandra no lo niegue… hoy te miraste en el espejo y te fuiste triste estabas sola
Chisporrotea en el aceite hirviendo la alegría del mundo:
1. Es tiempo de que vuelvas: es tiempo de que tornes... No más de insano amor en festines, con mirto y rosa y pálidos jazmine… tu pecho varonil, tu pecho exornes…
Es la mañana llena de tempestad en el corazón del verano. Como pañuelos blancos de adiós via… el viento las sacude con sus viaje… Innumerable corazón del viento
Simón el bobito llamó al pastelero… ¡a ver los pasteles, los quiero pr… —Sí, repuso el otro, pero antes yo… ver ese cuartillo con que has de p… Buscó en los bolsillos el buen Si…
Azul de aquella cumbre tan lejana hacia la cual mi pensamiento vuela bajo la paz azul de la mañana, ¡color que tantas cosas me revela! Azul que del azul del cielo emana,
Viajaré a la luna desde el campamento con su colorada pañoleta al cuello. Para complacerla
¿Qué os hice yo, mujer desventurad… que en mi rostro, traidores, escup… de la infame calumnia la ponzoña y así matáis a mi alma juvenil? ¿Qué sombra os puede hacer una ins…
La pena… La melancolía… La tarde siniestra y sombría… La lluvia implacable y sin fin… La pena… La melancolía… La vida tan gris y tan ruin.
Del nicho helado en que los hombre… te bajaré a la tierra humilde y so… Que he de dormirme en ella los hom… y que hemos de soñar sobre la mism… Te acostaré en la tierra soleada c…
Yo quiero ser llorando el hortelan… de la tierra que ocupas y estercol… compañero del alma, tan temprano. Alimentando lluvias, caracolas y órganos mi dolor sin instrumento…
Sólo una cosa no hay. Es el olvid… Dios, que salva el metal, salva la… y cifra en su profética memoria las lunas que serán y las que han… Ya todo está. Los miles de reflej…
La calavera, el corazón secreto, los caminos de sangre que no veo, los túneles del sueño, ese Proteo, las vísceras, la nuca, el esquelet… Soy esas cosas. Increíblemente
Si quisieras oír lo que me digo en… el rubor de tu rostro sería la rec… Son palabras tan íntimas como mi p… que padece el dolor de tu implacab… Te cuento ¿Sí? ¿No te vengarás un…
Escuela hermosa y divina Hoy vengo a decirte adiós Mi curso ya se termina Y eso me quiebra la voz Me voy en el alma rota
Aquí te amo. En los oscuros pinos se desenreda… Fosforece la luna sobre las aguas… Andan días iguales persiguiéndose. Se desciñe la niebla en danzantes…
Mira gaucho salvajón que no pierdo la esperanza y no es chanza de hacerte probar que cosa es «Tin Tin y Refalosa»
Cuando se tiene un hijo, se tiene al hijo de la casa y al d… se tiene al que cabalga en el cuad… y al del coche que empuja la insti… y al niño gringo que carga la crio…
La rosa, la inmarcesible rosa que no canto, la que es peso y fragancia, la del negro jardín en la alta noc… la de cualquier jardín y cualquier…
Miradme aquí, clavada en una silla, escribiendo una carta a las paloma… Miradme aquí, s que ahora podéis mirarme.
Les tocó en suerte una época extra… El planeta había sido parcelado en… cada uno provisto de lealtades, de queridas memorias, de un pasado sin duda heroico,
Hay tardes en las que uno desearía embarcarse y partir sin rumbo cier… y, silenciosamente, de algún puert… irse alejando mientras muere el dí… Emprender una larga travesía
Cuerpo de mujer, blancas colinas,… te pareces al mundo en tu actitud… Mi cuerpo de labriego salvaje te s… y hace saltar el hijo del fondo de… Fui solo como un túnel. De mí huí…
En mi cara redondita tengo ojos y nariz, y también una boquita para hablar y sonreír. Con mis ojos veo todo,
Aunque hoy cumplas trescientos treinta y seis meses la matusalénica edad no se te nota… en el instante en que vencen los c… entrás a averiguar la alegría del…
el comienzo el cimiento la simiente latente la palabra en la punta de la lengu…
Una mora de Trípoli tenía Una perla rosada, una gran perla: Y la echó con desdén al mar un día… —«¡Siempre la misma! ¡ya me cansa… Pocos años después, junto a la roc…
Lástima siento, bella flor de un d… que irradias tanto encanto y lozan… naces hoy, pronto te verás marchit… vertiendo esa fragancia de Afrodit… Tan suave, bella y dulce como miel…
Muy cerca de mi ocaso, yo te bendi… porque nunca me diste ni esperanza… ni trabajos injustos, ni pena inme… porque veo al final de mi rudo cam… que yo fui el arquitecto de mi pro…
El infierno de Dios no necesita el esplendor del fuego. Cuando el… Universal retumbe en las trompetas y la tierra publique sus entrañas y resurjan del polvo las naciones
Las calles de Buenos Aires ya son mi entraña. No las ávidas calles, incómodas de turba y ajetreo, sino las calles desganadas del bar…
Hojas del árbol caídas juguetes del viento son: ¡Las ilusiones perdidas ¡ay! son hojas desprendidas del árbol del corazón!
Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón, sin ver que sois la ocasión de lo mismo que culpáis: si con ansia sin igual
Ahora contaremos doce y nos quedamos todos quietos. Por una vez sobre la tierra no hablemos en ningún idioma, por un segundo detengámonos,
Iba y venía, delicado y fatal, cargado de infinita energía, del otro lado de los firmes barrotes y todos lo mirábamos. Era el tigre de esa mañana, en Palermo, y el tigre del Oriente y e...
Partir en cuerpo y alma partir. Partir deshacerse de las miradas
Yo soy aquel que ayer no más decía el verso azul y la canción profana… en cuya noche un ruiseñor había que era alondra de luz por la maña… El dueño fui de mi jardín de sueño…
Ellos se conocieron por casualidad, que es como se suelen encontrar los grandes amores, casi siempre por casualidad, por una llamada equivocada, por un encuentro fortuito. A ellos lo qu...
Vengo de allá de la ciénaga, del redimido pantano. Traigo un manojo de anécdotas profundas, que se me entraron por el tronco de la sangre
Sé que me acusan de soberbia, y tal vez de misantropía, y tal vez de locura. Tales acusaciones (que yo castigaré a su debido tiempo) son irrisorias. Es verdad que no salgo de mi casa, p...
Todo lo que de vos quisiera es tan poco en el fondo porque en el fondo es todo, como un perro que pasa, una colina… esas cosas de nada, cotidianas,
Madre, te bendigo porque supiste h… de tu hijo un hombre real y entera… Él triunfará en la vida. Se marcha… de hablar de su regreso. Cuando ve… en un día de fiesta, un viador que…
El tiempo, insinuándose en tu cuer… tal la nube de polvo en fuente pur… aquella gracia antigua desordena y clava en mí una pena silenciosa. Otros antes que yo vieron un’ día,
Quisimos aprender la despedida y rompimos la alianza que juntaba al amigo con la amiga. Y alzamos la distancia entre las amistades divididas.
El elefante lloraba porque no queria dormir... —Duerme elefantito mío, que la luna te va a oir... —Papá elefante está cerca,
Yo la amé, y era de otro, que tamb… Perdónala Señor, porque la culpa… Después de haber besado sus cabell… nada importa la culpa, pues no imp… Fue un pecado quererla, Señor, y,…
Hay dos caminos para de tu cuerpo… Hay dos personas donde solo una h… Somos de uno pero la pasión de dos… Jugamos sin juegos y sin corazón… Caemos porque el amor de nosotros…
Cuando, en el crepúsculo del pueblo, Platero y yo entramos, ateridos, por la oscuridad morada de la calleja miserable que da al río seco, los niños pobres juegan a asustarse, fingiéndos...
En la honda noche universal que apenas contradicen los faroles una racha perdida ha ofendido las calles taciturnas como presentimiento tembloroso
Mis ojos, sin tus ojos, no son ojo… que son dos hormigueros solitarios… y son mis manos sin las tuyas vari… intratables espinos a manojos. No me encuentro los labios sin tus…
Gram, Durendal, Joyeuse, Excalib… Sus viejas guerras andan por el ve… que es la única memoria. El univer… las siembra por el Norte y por el… En la espada persiste la porfía
Cuando me miras mis ojos son llaves, el muro tiene secretos, mi temor palabras, poemas. Sólo tú haces de mi memoria
Me vio como se mira al través de u… o del aire o de nada. Y entonces supe: yo no estaba allí ni en ninguna otra parte