Me matan si no trabajo, y si trabajo me matan; siempre me matan, me matan, siempre me matan. Ayer vi a un hombre mirando,

Tendida en la madrugada, la firme guitarra espera: voz de profunda madera desesperada. Su clamorosa cintura,

La tarde abandonada gime deshecha… Del cielo caen recuerdos y entran… Duros suspiros rotos, quimeras las… Lentamente va viniendo tu cuerpo. Llegan tus manos en su órbita

Quemaste la madrugada con fuego de tu guitarra: zumo de caña en la jícara de tu carne prieta y viva, bajo luna muerta y blanca.

Quisiera hacer un verso que tuviera ritmo de Primavera; que fuera como una fina mariposa rara,

Frente al mar, viendo las olas la quieta orilla besar, los dos muy juntos, muy juntos cual no estaremos jamás, ella me dijo: —Quisiera

El Aconcagua. Bestia solemne y frígida. Cabeza blanca y ojos de piedra fija. Anda en lentos rebaños con otros animales semejantes

Ésta es la canción del bongó: —Aquí el que más fino sea, responde, si llamo yo. Unos dicen: Ahora mismo, otros dicen: Allá voy.

La rueda dentada, con un diente ro… si empieza una vuelta se detiene a… Donde el diente falta (o mejor no… sino que está roto) la rueda se traba, el diente no en…

Conozco la azul laguna y el cielo doblado en ella. Y el resplandor de la estrella. Y la luna. En mi chaqueta de abril

Ya yo me enteré, mulata, mulata, ya sé que dise que yo tengo la narise como nudo de cobbata. Y fíjate bien que tú

Alta noche en el Cielo... Sosegad… como quien vive (y con razón) cont… sin futuro, presente ni pasado y en blanco el pensamiento, duerme Dios en su nube,

Ciclón de raza, recién llegado a Cuba de las islas… Se crió en Bermudas, pero tiene parientes en Barbados. Estuvo en Puerto Rico.

Envenenada tinta habla de los mau-maus; negros de diente y uña, de antropofagia y tótem. Gruñe la tinta, cuento,