¡Mírenle la estampa!
Parece un ratón que ha cogido en trampa
con ese morrión.
Fusil, cartuchera, tambor y morral,
tiene cuanto quiera nuestro general.
Las moscas se espantan
así que lo ven, y él mismo al mirarse
se asusta también.
Y a todos advierte
con lengua y clarín
“¡Ay de aquel que insulte
a Juan Matachín!”