Versos de circunstancias, 1871
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En el bote iba remando Por el lago seductor, Con el sol que era oro puro Y en el alma más de un sol. Y a mis pies ví de repente,
Tiene el leopardo un abrigo En su monte seco y pardo: Yo tengo más que el leopardo, Porque tengo un buen amigo. Duerme, como en un juguete,
Cuentan un cuento de cuatro hindús ciegos, de allí del Indostán de Asia, que eran ciegos desde el nacer, y querían saber cómo era un elefante. «Vamos, dijo uno, adonde el elefante manso...
Oh, qué vergüenza! El Sol ha ilum… La Tierra; el amplio mar en sus e… Nuevas columnas a sus naves rojas Ha levantado; el monte, granos nue… Juntó en el curso del solemne día
No sabe el sol cuando asoma Cuántas tristezas alumbra; Ni el amigo cuando pasa Callado por ¡ni vetusta Puerta,-cuánta devorante
La montaña y la ardilla Tuvieron su querella: —«¡Váyase usted allá, presumidilla… Dijo con furia aquélla; A lo que respondió la astuta ardil…
Sólo el afán de un náufrago podría… Lejos el cielo y hondo el mar; A un alma sin amor, que en el tumu… De rostro en rostro, por su tarda… En vano inquiere, y lívida jadea:
Ven, mi caballo, a que te encinche… Que no con garbo natural el coso Al sabio impulso corras de la vida… Sino que el paso de la pista apren… Y la lengua del látigo, y sumiso
Odio la máscara y vicio Del corredor de mi hotel: Me vuelvo al manso bullicio De mi monte de laurel. Con los pobres de la tierra
Era sol: caballero en un potro, Con la rienda tendida al acaso, Fui testigo de un drama de amores:… ¡Qué volar! ¡Qué caer! ¡Qué dolor… Aprieto el paso...
En el alféizar calado De la ventana moruna, Pálido como la luna, Medita un enamorado. Pálida, en su canapé
Hoja tras hoja de papel consumo: Rasgos, consejos, iras, letras fie… Que parecen espadas: Lo que escri… Por compasión lo borro, porque el… El crimen es al fin de mis hermano…
En el extraño bazar Del amor, junto al mar, La perla triste y sin par Le tocó por suerte a Agar. Agar, de tanto tenerla
De mi desdicha espantosa Siento, ¡oh estrellas!, que muero: Yo quiero vivir, yo quiero Ver a una mujer hermosa. El cabello, como un casco,
Yo soy un hombre sincero De donde crece la palma, Y antes de morirme quiero Echar mis versos del alma. Yo vengo de todas partes,