#EscritoresAndaluces #EscritoresEspañoles #Generación27 #PremioNobel #SigloXX (1924) Marinero tierra
De sombra, sol y muerte, volandera grana zumbando, el ruedo gira heri… por un clarín de sangre azul torer… Abanicos de aplausos, en bandadas, descienden, giradores, del tendido…
La que ayer fue mi querida va sola entre los cantuesos. Tras ella, una mariposa y un saltamonte guerrero. Tres veredas:
Ni el humo, ni el vapor, ni la neb… Lejos de aquí ese aliento que dest… Una luz en los huesos determina y con la sombra cómplice construye… Pensativa sustancia la pintura,
Entraña de estos cantares: ¡Sangre de mi corazón, tarumba por ver los mares! El mar. La mar. El mar. ¡Sólo el mar!
Hombres de mar, eterno buscador que nunca encuentr… en el horizonte azulado del cielo… eternas despedidas, regresar quizá… partes siempre mirando el horizont…
Hubo luz que trajo por hueso una almendra amarga. Voz que por sonido, el fleco de la lluvia, cortado por un hacha.
Madre, vísteme a la usanza de las tierras marineras: El pantalón de campana, la blusa azul ultramar y la cinta milagrera.
Verás entre meadas y meadas, más meadas de todas las larguras: unas de perros, otras son de curas y otra quizá de monjas disfrazadas… Las verás lentas o precipitadas,
Verde, lenta, la tortuga. ¡Ya se comió el perejil, la hojita de la lechuga! ¡Al agua, que el baño está rebosando!
Adonde el viento, impávido, sublev… torres de luz contra la sangre mía… tú, billete, flor nueva, cortada en los balcones del tranví… Huyes, directa, rectamente liso,
Un barco al pasar me trajo las ventanas de mi colegio. Era una plaza redonda con dos araucarias en medio. A las seis se abría una puerta
Rosa de Alberti allá en el rodapi… del mirador del cielo se entreabrí… pulsadora del aire y prima mía, al cuello un lazo blanco de moaré. El barandal del arpa, desde el pie
Un papel desvelado en su blancura. La hoja blanca de un álamo intacha… El revés de un jazmín insobornable… Una azucena virgen de escritura. El albo viso de una córnea pura.
Madrid, corazón de España, late con pulsos de fiebre. Si ayer la sangre le hervía, hoy con más calor le hierve. Ya nunca podrá dormirse,
¡Oh poesía hermosa, fuerte y dulce… mi solo mar al fin, que siempre vu… ¿Cómo vas a dejarme, cómo un día puede, ciego, pensar en tu abandon… .