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¡Limón, limón! Limón agrio, limón criollo, limón dulce, limón chino,
¿Qué venadito blanco cruza la noche cuando la luna llena brilla en el monte? ¿Qué venadito sediento
Nene, vanos a dormir; no son horas de reír: duerme el viento, duerme el sol, duermen las gallinas
Abrigando el arroyo la caña brava, chorros de finas hojas al aire lanza. ¡Qué musicales ramos,
Volando sobre el Moncada un zunzuncito llegó; lo saludó con su vuelo, volando se despidió. A la sierra fue el zunzún,
Los gallos de Trinidad, de la tarde a la mañana, velan los viejos palacios, cuidadn la Torre de Iznaga. En la Popa y la Vigía
En Playa Larga, el uvero, como homenaje al valor de los niños artilleros, ya no florece en febrero: en abril abre la flor.
En el mar se ve a Camilo sobre un caballo lucero; viene al frente de la tropa, de capitán del recuerdo. Trae ejércitos de rosas,
Aserrín Aserrán. Puñadito de violetas, limoncito verdemar, anillito de corales.
Porque no saben quererte me dicen que eres muy fea. Duerme... Duerme... Duerme, que te coge el gato y las tijeras muerden.
En el río San Juan vive un pececito que aprende a nadar. Sobre el Yumirí —iris diminuto—
Ocho mulitos tiene mi arria y todos suben por la montaña. Se ve salpicado el río
Entre las lomas el día nace. Límpidas gotas la noche esparce sobre la hierba
La garcita campesina polainas de tierra y alitas de harina. Pañuelo al viento se ve la garza.
Palma real, bandera viva en el paisaje clavada, tu nombre lo mece el viento, el viento que llega y pasa. Cuando al ondular susurras