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Hay un verde laurel. En sus ramas un enjambre de pájaros duerme en mudo reposo, sin que el beso del sol los despie… Hay un verde laurel. En sus ramas
Vamos por partes: comenzará muy puro, pero, al fin... ¡carne!
¡Claras horas de la mañana en que mil clarines de oro dicen la divina diana! ¡Salve al celeste Sol sonoro! En la angustia de la ignorancia
Éste del cabello cano, como la piel del armiño, juntó su candor de niño con su experiencia de anciano; cuando se tiene en la mano
Convengo de cualquier modo. No son raras hoy las víctimas, y es preciso, en el mercado donde todo se cotiza, que se derrame y se busque
Cuando cantó la culebra, cuando trinó el gavilán, cuando gimieron las flores, y una estrella lanzó un ¡ay!; cuando el diamante echó chispas
En el kiosco bien oliente besé tanto a mi odalisca en los ojos, en la frente, y en la boca y las mejillas, que los besos que la he dado
En la isla en que detiene su esqui… Del inmortal Ensueño, donde la et… De las eternas liras se escucha—:… En que el tritón elige su caracol… Y la sirena blanca va a ver el sol…
¿Eva era rubia? No. Con negros oj… vio la manzana del jardín: con lab… rojos probó su miel; con labios ro… que saben hoy más ciencia que los… Venus tuvo el azur en sus pupilas,
El pensador llegó a la barca negra… y le vieron hundirse en las brumas del lago del Misteri… los ojos de los Cisnes. Su manto de poeta
Puede una gota de lodo sobre un diamante caer; puede también de este modo su fulgor oscurecer; pero aunque el diamante todo
Bandera que aprisiona el aliento de Abril, corona tu torre de marfil. Cual princesa encantada,
Joven, acérquese acá, ¿Estima usted su pellejo? Pues escúcheme un consejo, que me lo agradecerá: Arroje esa timidez
Amada, la noche llega; las ramas que se columpian hablan de las hojas secas y de las flores difuntas. Abre tus labios de ninfa,
En invernales horas, mirad a Caro… Medio apelotonada, descansa en el… envuelta con su abrigo de marta ci… y no lejos del fuego que brilla en… El fino angora blanco junto a ella…
