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Dios me perdone este libro amargo y los hombres que sienten la vida como dulzura, me lo perdonen también. En estos cien poemas queda sangrando un pasado doloroso, en el cual la canción ...
Lolita Arriaga, de vejez divina, Luisa Michel sin humo y barricada… maestra parecida a pan y aceite que no saben su nombre y su hermos… pero que son los «gozos de la Tier…
Esta era una rosa llena de rocío: éste era mi pecho con el hijo mío. Junta sus hojitas
Mientras tiene luz el mundo y despierto está mi niño, por encima de su cara, todo es un hacerse guiños. Guiños le hace la alameda
En el medio del llano, un árbol seco su blasfemia alarga; un árbol blanco, roto y mordido de llagas, en el que el viento, vuelto
Estoy metida en la noche de estas raíces amargas, ciegas, iguales y en pie que como ciegas, son hermanas. Sueñan, sueñan, hacen el sueño
Día, día del encontrarnos, tiempo llamado Epifanía. Día tan fuerte que llegó color tuétano y ardentía, sin frenesí sobre los pulsos
Una casa va naciendo en duna californiana y va saltando del médano en gaviota atolondrada. El nacimiento lo agitan
Si me ponen al costado la ciega de nacimiento, le diré, bajo, bajito, con la voz llena de polvo: —Hermana, toma mis ojos.
Yo tengo en esa hoguera de ladrill… yo tengo al hombre mío prisionero. Por corredores de filos amargos y en esta luz sesgada de murciélag… tanteando como el buzo por la grut…
En un metal de cipreses y de cal espejeadora, sobre mi sombra caída bailo una danza de mofa. Como plumón rebanado
Es verdad, no es cuento. Hay un Ángel Guardián que ve tu acción y ve tu pensamien… que con los niños va doquiera van. Tiene cabellos suaves
Libros, callados libros de las est… vivos en su silencio, ardientes en… libros, los que consuelan, terciop… y que siendo tan tristes nos hacen… Mis manos en el día de afanes se r…
Porque no tengo bosque sobre el pe… ni gracia de hojarasca en que dorm… yo me cuelo, furtiva como el Tlalo… por puertas vanas del aserradero. Son el ciprés y el pino-araucaria
En esta hora, amarga como un sorbo… Tú sosténme, Señor. ¡Todo se me ha llenado de sombras… y el grito de pavor! Amor iba en el viento como abeja d…