Vosotras, las familiares, inevitables golosas, vosotras, moscas vulgares, me evocáis todas las cosas. ¡Oh, viejas moscas voraces

¿Quién me presta una escalera para subir al madero, para quitarle los clavos a Jesús el Nazareno? centered(Saeta popular)

Sonaba el reloj la una, dentro de mi cuarto. Era triste la noche. La luna, reluciente calavera, ya del cénit declinando,

El limonero lánguido suspende una pálida rama polvorienta sobre el encanto de la fuente limp… y allá en el fondo sueñan los frutos de oro...

¿Eres tú, Guadarrama, viejo amigo… la sierra gris y blanca, la sierra de mis tardes madrileñas que yo veía en el azul pintada? Por tus barrancos hondos

He andado muchos caminos, he abierto muchas veredas, he navegado en cien mares y he atracado en cien riberas. En todas partes he visto

Tus ojos me recuerdan las noches de verano, negras noches sin luna, orilla al mar salado, y el chispear de estrellas

La casa tan querida donde habitaba ella, sobre un montón de escombros arrui… o derruida, enseña el negro y carcomido

Siempre fugitiva y siempre cerca de mí, en negro manto mal cubierto el desdeñoso gesto de tu rostro pálido. No sé adónde vas, ni dónde

¿Mi amor?... ¿Recuerdas, dime, aquellos juncos tiernos, lánguidos y amarillos que hay en el cauce seco?... ¿Recuerdas la amapola

Abril florecía frente a mi ventana. Entre los jazmines y las rosas blancas de un balcón florido

Lejos de tu jardín quema la tarde inciensos de oro en purpurinas lla… tras el bosque de cobre y de ceniz… En tu jardín hay dalias. ¡Malhaya tu jardín!... Hoy me par…