#EscritoresPeruanos #SigloXX #1922 #Trilce
Vengo a verte pasar todos los días… vaporcito encantado siempre lejos.… ¡Tus ojos son dos rubios capitanes… tu labio es un brevísimo pañuelo rojo que ondea en un adiós de sang…
En el rincón aquel, donde dormimos… tantas noches, ahora me he sentado a caminar. La cuja de los novios d… fue sacada, o talvez qué habrá pas… Has venido temprano a otros asunto…
De la noche a la mañana voy sacando lengua a las más mudas equ… En nombre de esa pura que sabía mirar hasta ser 2. En nombre de que la fui extraño,
Entre el dolor y el placer median… de las cuales la una mira a un mur… la segunda usa de ánimo triste y la tercera avanza de puntillas; pero, entre tú y yo,
999 calorías Rumbbb... Trrraprrrr rrach... cha… Serpentínica u del bizcochero engirafada al tímpano. Quién como los hielos. Pero no.
El puño labrador se aterciopela, y en cruz en cada labio se aperfil… Es fiesta! El ritmo del arado vue… y es un chantre de bronce cada esq… Afílase lo rudo. Habla escarcela.…
Este cristal aguarda ser sorbido en bruto por boca venidera sin dientes. No desdentada. Este cristal es pan no venido toda… Hiere cuando lo fuerzan
Tahona estuosa de aquellos mis biz… pura yema infantil innumerable, ma… Oh tus cuatro gorgas, asombrosamen… mal plañidas, madre: tus mendigos. Las dos hermanas últimas, Miguel…
Sin haberlo advertido jamás, exces… y sin agencias de pecho en pecho hacia la madre u… Hasta París ahora vengo a ser hij… Hombre, en verdad te digo que eres…
Quién hace tanta bulla y ni deja testar las islas que van quedando. Un poco más de consideración en cuanto será tarde, temprano, y se aquilatará mejor
Hermano, hoy estoy en el poyo de l… Donde nos haces una falta sin fond… nos acariciaba: “Pero, hijos...” Ahora yo me escondo, como antes, todas estas oraciones
La esfera terrestre del amor que rezagóse abajo, da vuelta y vuelta sin parar segundo, y nosotros estamos condenados a su… como un centro su girar
Ciliado arrecife donde nací, según refieren cronicones y pliego… de labios familiares historiados en segunda gracia. Ciliado archipiélago, te desislas…
Mi padre duerme. Su semblante aug… figura un apacible corazón; está ahora tan dulce... si hay algo en él de amargo, seré… Hay soledad en el hogar; se reza;
Qué nos buscas, oh mar, con tus vo… docentes! Qué inconsolable, qué at… estás en la febril solana. Con tus azadones saltas, con tus hojas saltas,