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La tarde caía triste y polvorienta. El agua cantaba su copla plebeya en los cangilones
Era un niño que soñaba un caballo de cartón. Abrió los ojos el niño y el caballito no vio. Con un caballito blanco
Recuerdo que una tarde de soledad… ¡oh tarde como tantas!, el alma mí… bajo el azul monótono, un ancho y… que ni tenía un pobre juncal en su… ¡Oh mundo sin encanto, sentimental…
Junto a la sierra florida, bulle el ancho mar. El panal de mis abejas tiene granitos de sal. Junto al agua negra.
¿No eres tú, mariposa, el alma de estas sierra solitarias… de sus barrancos hondos y de sus cumbres agrias? Para que tú nacieras,
¡Viejos olivos sedientos bajo el claro sol del día, olivares polvorientos del campo de Andahicía! ¡El campo andaluz, peinado
Naranjo en maceta, ¡qué triste es… Medrosas tiritan tus hojas menguad… Naranjo en la corte, ¡qué pena da… con tus naranjitas secas y arrugad… Pobre limonero de fruto amarillo
Cuenta la historia que un día, buscando mejor España, Grandmontagne se partía de una tierra de montaña, de una tierra
Se le vio, caminando entre fusiles… por una calle larga, salir al campo frío, aún con estrellas de la madrugada. Mataron a Federico
¿Quién me presta una escalera para subir al madero, para quitarle los clavos a Jesús el Nazareno? centered(Saeta popular)
Ni mármol duro y eterno, ni música ni pintura, sino palabra en el tiempo. Canto y cuento es la poesía. Se canta una viva historia,
Al fin, una pulmonía mató a don Guido, y están las campanas todo el día doblando por él: ¡din-dan! Murió don Guido, un señor
Cuando murió su amada pensó en hacerse viejo en la mansión cerrada, solo, con su memoria y el espejo donde ella se miraba un claro día.
El sol es un globo de fuego, la luna es disco morado. Una blanca paloma se posa en el alto ciprés centenario. Los cuadros de mirtos parecen
Que el caminante es suma del camin… y en el jardín, junto del mar sere… le acompaña el aroma montesino, ardor de seco henil en campo ameno… que de luenga jornada peregrino