I
—Un portal.
—No lo tenemos.
—Por una noche.
—¿Quién eres?
—La Virgen.
—¿La Virgen tú,
tan cubierta de nieve?
—Sí.
II
La mejor casa, Señora,
la mejor,
si sois la Madre de Dios.
Que tenga la mejor cama,
Señora,
la mejor,
si sois la Madre de Dios.
¡Abran los portales, abran!
¡Pronto,
por favor,
que está la Madre de Dios!
III
—¡Sin dinero, Buen Amor!
¡Y tu padre carpintero!
¿Cómo vivir sin dinero?
—¡Vendedor,
que se muere mi alba en flor!
¡Sin pañales mi lucero!
¡Y sin manta abrigadora,
temblando tu Buen Amor!
¡Vendedora,
que se muere mi alba en flor!