#EscritoresEspañoles #EscritoresMadrileños #SigloXVI #SigloXVII
¡Cuántas veces, Señor, me habéis… y cuántas con vergüenza he respond… desnudo como Adán, aunque vestido de las hojas del árbol del pecado! Seguí mil veces vuestro pie sagrad…
Canta Amarilis, y su voz levanta mi alma desde el orbe de la luna a las inteligencias, que ninguna la suya imita con dulzura tanta. De su número luego me trasplanta
Cuando las secas encinas, álamos y robles altos, los secos ramillos visten de verdes hojas y ramos; y las fructíferas plantas
«—Ensíllenme el potro rucio del alcaide de los Vélez, denme el adarga de Fez y la jacerina fuerte; una lanza con dos hierros,
Pasando el mar el engañoso toro, volviendo la cerviz, el pie besaba de la llorosa ninfa, que miraba perdido de las ropas el decoro. Entre las aguas y las hebras de or…
En las mañanicas del mes de mayo, cantan los ruiseñores, se alegra el campo. En las mañanicas
«—Di, Zaida, ¿de qué me avisas? ¿Quieres que muera y que calle? No des crédito a mujeres no fundadas en verdades; que si pregunto en qué entiendes
Quien supiere, señores, de un pasa… que de Juana a esta parte anda per… duro de cama y roto de vestido, que en lo demás es blando como un… de cejas mal poblado, y de elefant…
La Niña a quien dijo el Ángel que estaba de gracia llena, cuando de ser de Dios madre le trujo tan altas nuevas, ya le mira en un pesebre,
Versos de amor, conceptos esparcid… engendrados del alma en mis cuidad… partos de mis sentidos abrasados, con más dolor que libertad nacidos… expósitos al mundo, en que perdido…
Claro cisne del Betis que, sonoro y grave, ennobleciste el instrumen… más dulce, que ilustró músico acen… bañando en ámbar puro el arco de o… a ti lira, a ti el castalio coro
—Pluma, las musas de mi genio auto… versos me piden hoy. ¡Alto, a escr… —Yo sólo escribiré, señor Burguil… éstas que me dictó rimas sonoras. —¿A Góngora me acota a tales hora…
Mil años ha que no canto porque ha mil años que lloro trabajos de mi destierro, que fueran de muerte en otros. Sin cuerdas el instrumento,
Dulce Jesús de mi vida, ¡qué dije!, espera, no os vais: que no es bien que vos seáis de una vida tan perdida. Pero si no sois de mí,
A mis soledades voy, de mis soledades vengo, porque para andar conmigo me bastan mis pensamientos. ¡No sé qué tiene la aldea