#EscritoresChilenos #PremioNobel #SigloXX #1923 #Crepusculario
Amor, cuántos caminos hasta llegar… qué soledad errante hasta tu compa… Siguen los trenes solos rodando co… En Taltal no amanece aún la prima… Pero tú y yo, amor mío, estamos ju…
Aquí te amo. En los oscuros pinos se desenreda… Fosforece la luna sobre las aguas… Andan días iguales persiguiéndose. Se desciñe la niebla en danzantes…
Antes de mí no tengo celos. Ven con un hombre a la espalda, ven con cien hombres en tu cabelle…
Qué hicisteis vosotros, gidistas intelectualistas, rilkistas, misterizantes, falsos brujos existenciales, amapolas surrealistas encendidas
Dos amantes dichosos hacen un solo… una sola gota de luna en la hierba… dejan andando dos sombras que se r… dejan un solo sol vacío en una cam… De todas las verdades escogieron e…
Tienes del archipiélago las hebras… la carne trabajada por los siglos… venas que conocieron el mar de las… sangre verde caída de cielo a la m… Nadie recogerá mi corazón perdido
La dentellada del mar muerde la abierta pulpa de la costa donde se estrella el agua verde contra la arena silenciosa. Parado cielo y lejanía.
Del centro puro que los ruidos nun… atravesaron, de la intacta cera, salen claros relámpagos lineales, palomas con destino de volutas, hacia tardías calles con olor
No lo había mirado y nuestros paso… sonaban juntos. Nunca escuché su voz y mi voz iba llenando el mundo. Y hubo un día de sol y mi alegría
Sucede que me canso de ser hombre. Sucede que entro en las sastrerías… marchito, impenetrable, como un ci… navegando en un agua de origen y c… El olor de las peluquerías me hace…
Ay no quieres, te asusta la pobreza, no quieres ir con zapatos rotos al mercado
La gran lluvia del sur cae sobre… como una sola gota transparente y… el mar abre sus hojas frías y la r… la tierra aprende el húmedo destin… lAlma mía, dame en tus besos el ag…
Pero si ya pagamos nuestros pasaje… por qué, por qué no nos dejan sent… Queremos mirar las nubes, queremos tomar el sol y oler la sa… francamente no se trata de molesta…
Cuántas veces, amor, te amé sin ve… sin reconocer tu mirada, sin mirar… en regiones contrarias, en un medi… eras sólo el aroma de los cereales… Tal vez te vi, te supuse al pasar…
La mariposa volotea y arde—con el sol—; a veces. Mancha volante y llamarada, ahora se queda parada sobre una hoja que la mece.