#Chilenos #PremioNobel #SigloXX #1923 #Crepusculario
De viajes y dolores yo regresé, am… a tu voz, a tu mano volando en la… al fuego que interrumpe con besos… a la circulación de la noche en el… Para todos los hombres pido pan y…
Amor, llegado que hayas a mi fuent… cuida de no morderme con tu voz de… que mi dolor oscuro no se muera en… que en tu garganta de oro no se ah… Amor—llegado que hayas
Del Norte trajo Almagro su arruga… Y sobre el territorio, entre explo… se inclinó día y noche como sobre… Sombra de espinas, sombra de cardo… el español reunido con su seca fig…
Pobres poetas a quienes la vida y… persiguieron con la misma tenacida… y luego son cubiertos por impasibl… entregados al rito y al diente fun… Ellos —oscuros como piedrecitas—ah…
No lo había mirado y nuestros paso… sonaban juntos. Nunca escuché su voz y mi voz iba llenando el mundo. Y hubo un día de sol y mi alegría
En la noche entraremos a robar una rama florida. Pasaremos el muro, en las tinieblas del jardín ajeno,
Cerca de cincuenta años caminando contigo, Poesía. Al principio me enredabas los pies
Cuando no puedo mirar tu cara miro tus pies. Tus pies de hueso arqueado, tus pequeños pies duros. Yo sé que te sostienen,
Hoy, este día fue una copa plena, hoy, este día fue la inmensa ola, hoy, fue toda la tierra. Hoy el mar tempestuoso nos levantó en un beso tan alto qu…
Pesada, espesa y rumorosa, en la ventana del castillo la cabellera de la Amada es un lampadario amarillo. —Tus manos blancas en mi boca.
A la sombra de los laures Melisanda se está muriendo. Se morirá su cuerpo leve. Enterrarán su dulce cuerpo. Juntarán sus manos de nieve.
Hoy es el día más, el que traía una desesperada claridad que murió Que no lo sepan los agazapados: todo debe quedar entre nosotros, día, entre tu campana
Todo tu cuerpo tiene copa o dulzura destinada a mí. Cuando subo la mano encuentro en cada sitio una paloma que me buscaba, como si te hubiera…
Amigo, llévate lo que tú quieras, penetra tu mirada en los rincones y si así lo deseas, yo te doy mi a… con sus blancas avenidas y sus can… Amigo –con la tarde haz que se vay…
Te recuerdo como eras en el último… Eras la boina gris y el corazón en… En tus ojos peleaban las llamas de… Y las hojas caían en el agua de tu… Apegada a mis brazos como una enre…