(2002)
#Escritoras #EscritoresUruguayos #PremioCervantes #SigloXX #ReducciónDelInfinito
Escribo, escribo, escribo y no conduzco a nada, a nadie. Las palabras se espantan de mí como palomas, sordamente crepitan, arraigan en su terrón oscuro,
Como tras los mullidos ves tres ga… a su trisagio erótico ceñidos, saltar por los tejados, aguerridos como otros d ' Artagnan, Porthos… pasas a depender, no de insensatos
Si el poema de este atardecer fuese la piedra mineral que cae hacia un imán en un resguardo hondísimo; si fuese un fruto necesario
Expectantes palabras, fabulosas en sí, promesas de sentidos posibles, airosas, aéreas,
Sí, cantar es alegrarse, como el aire se alegra en la mañan… por cada cosa que a la vida vuelve… Cantar, dichosa entrega a vivísimos vientos,
Una lluvia de un día puede no acab… puede en gotas, en hojas de amarilla tristeza irnos cambiando el cielo todo, el… en torva inundación la luz,
Ponerse al margen asistir a un pan cantar un himno menoscabarse en vano abrogar voluntades
En el bosque de Borges es oscuro lo claro, lo negro guarda el blanc… lo blanco que es lo múltiple y el… color solar, hasta el aciago negro que el alma infausta reconoce como
Duerme el aldeano en un colchón de… El pescador de esponjas descansa sobre su mullidísima cosecha. ¿dormirás tú, en lenta flotación, sobre pael escrito?
La palabra infinito es infinita, la palabra misterio es misteriosa. Ambas son infinitas, misteriosas. Sílaba a sílaba intentas convocarl… sin que una luz anuncie su dominio…
Érase un bosque de palabras, una emboscada lluvia de palabras, una vociferante o tácita convención de palabras, un musgo delicioso susurrante,
Corta la vida o larga, todo lo que vivimos se reduce a un gris residuo en la memoria. De los antiguos viajes quedan las enigmáticas monedas
En una luz verdosa, entre olores v… en un vestido negro como papel que… la abuela se refleja desde la mece… al fondo del espejo. Allí sentada no se hamaca. Cruje.
Posada la paloma en la pared blanquísima blanca es y reverbera, es de veras, es verbo,
Quizás no se deba ir más lejos. Aventurarse quizás apenas sea desventurarse más, alejarse un atroz infinito del sueño al que accedemos