#EscritoresArgentinos #PremioCervantes #SigloXX #1981 #LaCifra
¿Por qué persistes, incesante espe… ¿Por qué duplicas, misterioso herm… el menor movimiento de mi mano? ¿Por qué en la sombra el súbito re… Eres el otro yo de que habla el gr…
Dejar un verso para la hora triste Que en el confín del día nos acech… Ligar tu nombre a su doliente fech… De oro y de vaga sombra. Eso quis… ¡Con qué pasión, al declinar el dí…
Qué dicha para todos los hombres, Islandia de los mares, que existas… Islandia de la nieve silenciosa y… Islandia de la noche que se aboved… sobre la vigilia y el sueño.
Ya la espada de hierro ha ejecutad… La debida labor de la venganza; Ya los ásperos dardos y la lanza La sangre del perverso han prodiga… A despecho de un dios y de sus mar…
Odín o el rojo Thor o el Cristo… Poco importan los nombres y sus di… no hay otra obligación que ser val… y Einar lo fue, duro caudillo de h… Era el primer arquero de Noruega
En España, y aun aquí, en la Argentina, se puede conversar todavía. A mí me gusta conversar con los “chauffeurs”, con los mozos de café... En España yo he estado conversando con un past...
Una amistad hicieron mis abuelos con esta lejanía y conquistaron la intimidad de los… y ligaron a su baquía la tierra, el fuego, el aire, el a…
No se miraban. En la penumbra com… Él le había tomado la mano izquier… Luego le tomó la mano derecha y le… Ella tendía alternativamente las m… Esto duró algún tiempo. Fueron en…
Tarde que socavó nuestro adiós. Tarde acerada y deleitosa y monstr… Tarde cuando vivieron nuestros lab… El tiempo inevitable se desbordaba sobre el abrazo inútil.
Les tocó en suerte una época extra… El planeta había sido parcelado en… cada uno provisto de lealtades, de queridas memorias, de un pasado sin duda heroico,
El frontispicio del castillo adver… Ya estabas aquí antes de entrar y cuando salgas no sabrás que te q… Diderot narra la parábola. En ell… mis muchos días.
No acabo de entender por qué me afectan de este modo la… que le sucedieron a Bürger (sus dos fechas están en la encicl… en una de las ciudades de la llanu…
A mí, tan luego, hablarme del finado Francisco Real. Yo lo conocí, y eso que éstos no eran sus barrios porque él sabía tallar más bien por el Norte, por esos laos de la laguna de Guadal...
Recuerdo que una vez conversé con muchachones que estaban ahí, en la Plaza San Martín de Buenos Aires, cantando “Perón, Perón, qué grande sos”. Bueno... Yo estaba con una amiga y los do...
Oh días consagrados al inútil empeño de olvidar la biografía de un poeta menor del hemisferio austral, a quien los hados o los a… dieron un cuerpo que no deja un hi…