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Crear fiestas de amores en nuestro amor pensamos, quemar nuevos aromas en montes no… y guardar el secreto de nuestros rostros pálidos,
Caminante, son tus huellas el camino, y nada más; caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace camino,
¡Tocados de otros días, mustios encajes y marchitas sedas; salterios arrumbados, rincones de las salas polvorientas… daguerrotipos turbios,
Eran ayer mis dolores como gusanos de seda que iban labrando capullos; hoy son mariposas negras. ¡De cuántas flores amargas
Es mediodía. Un parque. Invierno. Blancas sendas; simétricos montículos y ramas esqueléticas. Bajo el invernadero,
¡Viejos olivos sedientos bajo el claro sol del día, olivares polvorientos del campo de Andahicía! ¡El campo andaluz, peinado
Si era toda en tu verso la armonía… ¿dónde fuiste, Darío, la armonía a… Jardinero de Hesperia, ruiseñor d… corazón asombrado de la música ast… ¿te ha llevado Dionysos de su mano…
Tus ojos me recuerdan las noches de verano, negras noches sin luna, orilla al mar salado, y el chispear de estrellas
Lejos de tu jardín quema la tarde inciensos de oro en purpurinas lla… tras el bosque de cobre y de ceniz… En tu jardín hay dalias. ¡Malhaya tu jardín!... Hoy me par…
Yo, como Anacreonte, quiero cantar, reír y echar al vie… las sabias amarguras y los graves consejos, y quiero, sobre todo, emborracharm…
Llamó a mi corazón, un claro día, con un perfume de jazmín, el vient… —A cambio de este aroma, todo el aroma de tus rosas quiero. —No tengo rosas; flores
Tuvo mi corazón, encrucijada de cien caminos, todos pasajeros, un gentío sin cita ni posada, como en andén ruidoso de viajeros. Hizo a los cuatro vientos su jorna…
Al fin, una pulmonía mató a don Guido, y están las campanas todo el día doblando por él: ¡din-dan! Murió don Guido, un señor
Yo, para todo viaje —siempre sobre la madera de mi vagón de tercera—, voy ligero de equipaje. Si es de noche, porque no
Cuando veáis esta sumida boca que ya la sed no inquieta, la mira… tan desvalida (su mitad, guardada en viejo estuche, es de cristal de… la barba que platea, y el estrago