Yo no sé qué será la felicidad y supongo que nadie lo sabe, pero también supongo que suponen que lo saben. Algunos son felicidad temporal
Y es que, para serte sincera, nunca he dejado de amarte, simplemente dejé de necesitarte (pero me muero por verte).
Vivo escribiendo letras a veces inútilmente, pero saber que me lees hace que quiera escribir lo que guardo en el corazón.
Tus ojos merecen versos pero yo no soy poeta y me cuesta demasiado definirlos con letras, escribirlos con tinta,
Di que me amas como se aman los sueños y dilo sin miedo. Di que me sueñas como se sueñan los amores
Han sido varios días, que percibo como siglos, desde que nuestros caminos tomaron rumbos distintos. Dime quien eres.
Si tuviera el amor que te di tal vez dejaría todo para saludar, escribiría sin miedo cartas, regalaría flores y chocolates. Si tuviera el amor que te di
Llueve a cántaros pero no puedo escampar ni usar un paraguas para el aguacero de mi corazón.
Digo que sigues haciendo parte de… creen los demás que sigo enamorada sin embargo, olvidan que tener pesadillas también es soñar.
No me gustaría dedicarte poemas, ni siquiera unas pocas líneas, ni canciones o dibujos, ni frases de amor ni de odio. Es más, ni siquiera quiero
Cuando me di cuenta era tarde: me había enamorado de un idiota que al final optó por abandonarme.
Cuesta encontrar a alguien que me escuche cuando no quiero hablar, que me mire cuando no puedo ver.
Me gustaría verte sonreír una vez más, escuchar tu risa, mirarte a los ojos, otra vez.
Cambiaste de vida, de ropa, de casa, de ciudad y de amor:
Me paseo entre cuatro paredes, pateando recuerdos, corriendo papeles, nadando en mis miedos. No te perdí,