Hay una noche, un tiempo hueco, sin testigos, una noche de uñas y silencio, páramo sin orillas, isla de yelo entre los días;

En l patio un pájaro pía, como el centavo en su alcancía. Un poco de aire su plumaje se desvanece en un viraje. Tal vez no hay pájaro ni soy

EN su tallo de calor se balancea La estación indecisa Abajo Un gran deseo de viaje remueve Las entrañas heladas del lago

La plaza es diminuta. Cuatro muros leprosos, una fuente sin agua, dos bancas de cemento y fresnos malheridos.

UNA casa, un jardín, no son lugares: giran, van y vienen. Sus apariciones abren en el espacio

CORRE y se demora en mi frente lenta y se despeña en mi sangre la hora pasa sin pasar y en mí se esculpe y desvanece Yo soy el pan para su hambre

Cantan los pájaros, cantan sin saber lo que cantan: todo su entendimiento es su gargan…

¿De qué cielo caído, oh insólito, inmóvil solitario en la ola del ti… Eres la duración, el tiempo que madura

El enorme perro abrió los ojos, pegó un salto y arqueando el negro… bien plantado en sus cuatro patas, aulló con un aullido inacabable: ¿qué veía con seis ojos inyectados…

Al natural, en cápsulas, abiertas o cerradas, ya desalmadas, Elvira y doña Sol; en cada cuna Eros y leche: digestión pacífica

Entre la tarde que se obstina y la noche que se acumula hay la mirada de una niña. Deja el cuaderno y la escritura todo su ser dos ojos fijos.

Torre de muros de ámbar, solitario laurel en una plaza de p… golfo imprevisto, sonrisa en un oscuro pasillo, andar de río que fluye entre palac…

Hay una noche, un día, un tiempo hueco, sin testigos, sin lágrimas, sin fondo, sin olvid… una noche de uñas y silencio, páramo sin orillas,

Aquí los antiguos recibían al fueg… Aquí el fuego creaba el mundo Al mediodía las piedras se abren c… El agua abre los párpados La luz resbala por la piel del día

El azul estaba inmovilizado entre… El viento iba y venía por la págin… encendía pequeñas fogatas, se revo… salía con la cara tiznada gritando… el viento iba y venía abriendo y c…