Jardines despeinados,
casa grande como una hacienda.
Hay muchos cuartos vados,
muchos retratos de celebridades
desconocidas.
Moradas y negras,
en paredes y sedas marchitas
las huellas digitales
de los monzones giratorios.
Lujo y polvo. Calor, calor.
La casa está habitada por una mujer rubia.
La mujer está habitada por el viento.