El nombre Sus sombras El hombre La hembra El mazo El… La i…

Mis ojos te descubren desnuda y te cubren con una lluvia cálida de miradas

Fluye el tiempo inmortal y en su l… sólo palpita estéril insistencia, sorda avidez de nada, indiferencia… pulso de arena, azogue sin sentido… Resuelto al fin en fechas lo vivid…

Como una madre demasiado amorosa,… ahoga, como una leona taciturna y solar, como una sola ola del tamaño del m… ha llegado sin hacer ruido y en ca…

Hexaedros de madera y de vidrio apenas más grandes que una caja de… En ellos caben la noche y sus lámp… Monumentos a cada momento hechos con los desechos de cada mo…

Al natural, en cápsulas, abiertas o cerradas, ya desalmadas, Elvira y doña Sol; en cada cuna Eros y leche: digestión pacífica

En llamas, en otoños incendiados, arde a veces mi corazón, puro y solo. El viento lo despiert… toca su centro y lo suspende en luz que sonríe para nadie:

NARANJA Pequeño sol quieto sobre la mesa, fijo mediodía. Algo le falta:

Más transparente que esa gota de agua entre los dedos de la enredadera mi pensamiento tiende un puente de ti misma a ti misma

Vuelve a la noche, racimo de horas sombrías; córtalo, come el fruto de tiniebla… saborea la ignorancia. Con orgullo de árbol

Quieto no en la rama en el aire No en el aire en el instante

Hora nula, cisterna donde mi pensamiento a sí mismo se bebe. Por un instante inmenso he olvidado mi nombre.

EN su tallo de calor se balancea La estación indecisa Abajo Un gran deseo de viaje remueve Las entrañas heladas del lago

En el silencio transparente el día reposaba: la transparencia del espacio era la transparencia del silencio. La inmóvil luz del cielo sosegaba

Enorme y sólida pero oscilante, golpeada por el viento pero encadenada, rumor de un millón de hojas