Hay una noche, un tiempo hueco, sin testigos, una noche de uñas y silencio, páramo sin orillas, isla de yelo entre los días;

Como tras de sí misma va esta líne… por los horizontales confines pers… y en el poniente siempre fugitivo en que se busca se disipa —como esta misma línea

Toca mi piel, de barro, de diamant… oye mi voz en fuentes subterráneas… mira mi boca en esa lluvia oscura, mi sexo en esa brusca sacudida con que desnuda el aire los jardin…

Ruidos confusos, claridad incierta Otro día comienza. Es un cuarto en penumbra y dos cuerpos tendidos. En mi frente me pierdo

Cielos de fin de mundo. Son las c… Sombras blancas: ¿son voces o son… Contra mi sien, latidos de motores… Tiempo de luz: memoria, torre hend… pausa vacía entre dos claridades.

Llamar al pan y que aparezca sobre el mantel el pan de cada día… darle al sudor lo suyo y darle al… y al breve paraíso y al infierno y al cuerpo y al minuto lo que pid…

Sobre el estante, entre un músico Tang y un jarro de… incandescente y vivaz, con chispeantes ojos de papel de p… nos mira ir y venir

Entre la noche y el día hay un territorio indeciso. No es luz ni sombra: es tiempo. Hora, pausa precaria,

CORRE y se demora en mi frente lenta y se despeña en mi sangre la hora pasa sin pasar y en mí se esculpe y desvanece Yo soy el pan para su hambre

Si decir No al mundo al presente hoy (solsticio de invierno) no es decir Sí

Tus ojos son la patria del relámpa… silencio que habla, tempestades sin viento, mar sin ol… pájaros presos, doradas fieras ado… topacios impíos como la verdad,

Doblo la página del día, escribo lo que me dicta el movimiento de tus pestañas. Mis manos abren las cortinas de tu ser

Nace de mí, de mi sombra, amanece por mi piel, alba de luz somnolienta. Paloma brava tu nombre, tímida sobre mi hombro.

Tendida, piedra hecha de mediodía, ojos entrecerrados donde el blanco… entornada sonrisa. Te incorporas a medias y sacudes t…