#EscritoresChilenos (1973) Artefactos
Caminando sola Por ciudad extraña Qué será de nuestra Catalina Parra. Cuánto tiempo ¡un año!
Se me pegó la lengua al paladar. Tengo una sed ardiente de expresió… Pero no puedo construir una frase. Ya se cumplió la maldición de mi s… Se me pegó la lengua al paladar.
Este señor desvaído parece Una figura de un museo de cera; Mira a través de los visillos roto… Qué vale más, ¿el oro o la belleza… ¿Vale más el arroyo que se mueve
Nervioso, pero sin duelo A toda la concurrencia Por la mala voz suplico Perdón y condescendencia. Con mi cara de ataúd
Qué es un antipoeta: Un comerciante en urnas y ataúdes? Un sacerdote que no cree en nada? Un general que duda de sí mismo? Un vagabundo que se ríe de todo
No me toques estoy contaminada no me beses estoy contaminada no me muerdas imbécil!
Señoras y señores Ésta es nuestra última palabra. —Nuestra primera y última palabra— Los poetas bajaron del Olimpo. Para nuestros mayores
Unos poquitos consejos de carácter… levantarse temprano desayuno lo más liviano posible basta con una taza de agua calient… que el zapato no sea muy estrecho
Pájaro con las plumas en la boca ya no se puede más con el psiquiat… todo lo relaciona con el sexo. En las obras de Freud es donde vi… las afirmaciones más peregrinas.
Tengo unas ganas locas de gritar Viva la Cordillera de los Andes Muera la Cordillera de la Costa. La razón ni siquiera la sospecho Pero no puedo más:
Por aquel tiempo yo rehuía las esc… Como los enfermos del estómago que… Prefería quedarme en casa dilucida… Referentes a la reproducción de la… Con cuyo objeto me recluía en el j…
Por qué te entregas a esa piedra Niño de ojos almendrados Con el impuro pensamiento De derramarla contra el árbol. Quien no hace nunca daño a nadie
Francamente no sé qué decirles estamos al borde de la III Guerr… y nadie parece darse cuenta de nad… si destruyen el mundo ¿creen que yo voy a volver a crear…
Decidme hijos hay Marx Sí padre: Marx hay Cuántos Marxes hay? Un solo Marx no +
Qué divertidas son Estas palomas que se burlan de tod… Con sus pequeñas plumas de colores Y sus enormes vientres redondos. Pasan del comedor a la cocina