“Crecerán raíces de mis pies esperándote
solo ansío ser tu árbol predilecto”.
Calma, aún no llega la tormenta
el cielo despejado da la ilusión del buen tiempo cabal,
risas se escuchan a lo lejos
inocentes burlas de los recién conocidos
suponían la existencia del amor a primera vista
Pies desnudos
fuerte olor a césped
rodar, saltar, jugar
resucitando la infancia abrazados
siameses de elección
él visitante por obligación
ella anfitriona por casualidad.
Se trataba del hilo rojo
mismas ideologías
congeniaron con solo verse
ella encantada por el oído
él fascinado por la vista.
El reloj por su cuenta
ellos a descompas.