Pretensiones
de un músico escudado tras su guitarra
Sin música queda el vacío sonoro
de una vida sin pretensión del “alguien”
la necesidad de validación externa.
Busca ser querido
con el apoyo de todos,
librarse de la soledad como condena
sentenciado por los que le rodean.
Que le volteen a ver
siendo de por sí alguien llamativo.
El ruido, enigmático ser
preceptuando en si el concepto de alguien exiguo
que desmerece misericordia
invisible ante los ojos de un hombre
Solo uno...
¡Sálvame música!
¡Llena mis vacíos!
dulce melancolía
triste abandono.