La noche llama consigo el llanto
momento del memorioso,
endulzando recuerdos
como panela al café.
La melancolía susurra
“no fue todo triste”
esperanza, como una tenue y titilante luz
amenazando con perecer
Aflicción, por lo muerto o lo vivido
el afectado que yace bajo la tierra
ya vivió su propio infierno
¡alégrate por el sosiego!
y el errante seguirá su rumbo
a su ritmo, a su tiempo
No es fácil obedecer a la orden de regocijarse
por el devaneo de dos jóvenes amantes
fielmente afligidos.