Los versos del Capitán
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Mujer, yo hubiera sido tu hijo, po… la leche de los senos como de un m… por mirarte y sentirte a mi lado y… en la risa de oro y la voz de cris… Por sentirte en mis venas como Di…
Si de pronto no existes, si de pronto no vives, yo seguiré viviendo. No me atrevo, no me atrevo a escribirlo,
Cuando estés vieja, niña (Ronsard… te acordarás de aquellos versos qu… Tendrás los senos tristes de amama… los últimos retoños de tu vida vac… Yo estaré tan lejano que tus manos…
Antes de mí no tengo celos. Ven con un hombre a la espalda, ven con cien hombres en tu cabelle…
De aquellos azahares desatados por la luz de la luna, de aquel olor de amor
Diego Rivera con la paciencia del… buscaba la esmeralda del bosque en… o el bermellón, la flor súbita de… recogía la luz del mundo en tu ret… Pintaba el imperioso traje de tu n…
No te amo como si fueras rosa de s… o flecha de claveles que propagan… te amo como se aman ciertas cosas… secretamente, entre la sombra y el… Te amo como la planta que no flore…
El sabor de tu boca y el color de… piel, boca, fruta mía de estos día… dímelo, fueron sin cesar a tu lado por años y por viajes y por lunas… y tierra y llanto y lluvia y alegr…
Ves estas manos? Han medido la tierra, han separado los minerales y los cereales, han hecho la paz y la guerra, han derribado las distancias
Pequeña rosa, rosa pequeña, a veces, diminuta y desnuda,
Rodando a goterones solos, a gotas como dientes, a espesos goterones de mermelada y… rodando a goterones cae el agua,
Amo las cosas loca, locamente. Me gustan las tenazas, las tijeras, adoro
De pena en pena cruza sus islas el… y establece raíces que luego riega… y nadie puede, nadie puede evadir… del corazón que corre callado y ca… Así tú y yo buscamos un hueco, otr…
Abeja blanca zumbas—ebria de miel—… y te tuerces en lentas espirales d… Soy el desesperado, la palabra sin… el que lo perdió todo, y el que to… Última amarra, cruje en ti mi ansi…
Espléndida razón, demonio claro del racimo absoluto, del recto med… aquí estamos al fin, sin soledad y… lejos del desvarío de la ciudad sa… Cuando la línea pura rodea su palo…