Los suicidas son estrellas errantes
Que decidieron apagarse,
Cansadas ya de un mundo infame
En dónde solo vieron desamor.
Son avecillas perdidas que decidieron
Extraviar sus vías para huir para siempre
De su realidad cruel y arpía.
Los suicidas son ondas furibundas
De un mar en tormenta
Que gritan en silencio su tristeza,
Que nadie escucha y nadie consuela.
Son tristes lirios que quisieron marchitarse,
Hartos de la indolencia y del desdén de todos,
Y no ser más el motivo sin motivo
de una compasión sin compasión.