Niña bajaba
una a una
las escaleras
Y respiraba
¿Qué era ella?
¿Quién?
¿Por qué estaba viva?
¿Lo que veía era tangible?
Niña
bajaba
una a una
cada escalera
Y pensaba
¿Por qué?
¿Para qué?
¿Desde dónde?
¿Desde cuándo?
Y a cada paso
podía ver:
contrastes asesinos
dogmas huecos
caminos caducos
laberintos de absurdo
Cada paso bosquejado
por su cuerpo
se deshacía
en pantanos
de conformismo
Cada alerta nueva
se hacía
pálida sombra
Y aquel miedo milenario
que corría por sus venas
devoraba su voz,
su canto y su respiro
Escrito por Milagros Salcedo Laguna