#EscritoresArgentinos
El pedazo de tierra en el fondo de la casa en mi barrio donde él trataba de creer
Hilos. Nudos. Sonrisas. Pequeña gloria. Hombre en las tinieblas. Soy el que ya no sufre. No pido pan.
Éste es mi lugar de trabajo mi casa está en el sur. Venid palomas tocad esta corneta insuperable.
Te vi pasar como pasan los astros Tu mirada tu boca eran de otro. Tu simpleza no tenía límites
Reina pequeña Buenos Aires. Hoy te sentaré a mi lado y haremos juntos el viaje de un poema.
La sabiduría es un arte y ama la muerte. Temblar es lo que necesita el hombre para vivir.
Soy un hombre buscando su identidad perdida. Ambiciono con violenta pasión aquellas tardes cuando caminando por la calle
Para habitar estos nuevos infiernos que poseo busco nuevos demonios. Demonios del olvido
El amor. El Amor. ¿Dónde estará el amor? Cuántas veces dibujé la esquina donde nunca llegaste
Hubo días y noches que no encontraba consuelo y los versos se agolpaban como caballos furiosos en mis manos
Verdad hiriente la verdad de unos labios enamorados. Allí donde la noche desanima a los pequeños pobres taciturnos
Viví como pude todo este tiempo hambriento ya nadie convencí. Llegaron a pensar
Soy un gusano vil tratando de arrancarse el pellejo que por otra parte todo el pellejo es él. Cansado de bucear para adentro.
Piel abrochada a mi garganta piel de pieles. el hombre que buscaba no existe ni siquiera en mí. Retrocedo todo
Las caderas estallaban una contra otra y al final fue el silencio. Después