#EscritoresEspañoles #Generación27
Por desplumar arcángeles glaciales… la nevada lilial de esbeltos dient… es condenada al llanto de las fuen… y al desconsuelo de los manantiale… Por difundir su alma en los metale…
Líster, la vida, la cantera, el fr… tú, la vida, tus fuerzas como llam… Teruel como un cadáver sobre un rí… La efusión de las piedras y las ra… la vida derramando un vino rudo
El palomar de las cartas abre su imposible vuelo desde las trémulas mesas donde se apoya el recuerdo, la gravedad de la ausencia,
No pudimos ser. La tierra no pudo tanto. No somos cuanto se propuso el sol en un anhelo remoto. Un pie se acerca a lo claro.
Alza, toro de España: levántate,… Despiértate del todo, toro de negr… que respiras la luz y rezumas la s… y concentras los mares bajo tu pie… Despiértate.
Naciones de la tierra, patrias del… del mundo y de la nada: habitantes perdidos y lejanos más que del corazón, de la mirada. Aquí tengo una voz enardecida,
¿No cesará este rayo que me habita el corazón de exasperadas fieras y de fraguas coléricas y herreras donde el metal más fresco se march… ¿No cesará esta terca estalactita
El mundo es como aparece ante mis cinco sentidos, y ante los tuyos que son las orillas de los míos. El mundo de los demás
Por los campos luchados se extiend… Y de aquella extensión de cuerpos… salta un trigal de chorros calient… en roncos surtidores. La sangre llueve siempre boca arri…
Alto soy de mirar a las palmeras, rudo de convivir con las montañas.… Yo me vi bajo y blando en las acer… de una ciudad espléndida de arañas… Difíciles barrancos de escaleras,
Atraviesa la muerte con herrumbros… y en traje de cañón, las parameras donde cultiva el hombre raíces y e… y llueve sal, y esparce calaveras. Verdura de las eras,
Se ha retirado el campo al ver abalanzarse crispadamente al hombre. ¡Qué abismo entre el olivo y el hombre se descubre!
Carne de yugo, ha nacido más humillado que bello, con el cuello perseguido por el yugo para el cuello. Nace, como la herramienta,
Riéndose, burlándose con claridad… se hundió en la noche el niño que… No quise más la luz. ¿Para qué?… más de aquellos silencios y aquell… Quise ser... ¿Para qué?... Quise…
Si nosotros viviéramos lo que la rosa, con su intensidad, el profundo perfume de los cuerpos sería mucho más. ¡Ay, breve vida intensa