En tu angosto silbido está tu quid… y, cohete, te elevas y te abates; de la arena, del sol con más quila… lógica consecuencia de la vid. Por mi dicha, a mi madre, con tu a…

¿Qué quiere el viento de encono que baja por el barranco y violenta las ventanas mientras te visto de abrazos? Derribarnos, arrastrarnos.

La vejez en los pueblos. El corazón sin dueño. El amor sin objeto. La hierba, el polvo, el cuervo. ¿Y la juventud?

Por fin trajo el verde Mayo correhuelas y albahacas a la entrada de la aldea y al umbral de las ventanas. Al verlo venir se han puesto

Traspasada por junio, por España y la sangre, se levanta mi lengua con clamor a llamarte. Campesino que mueres,

Yo no quiero más luz que tu cuerpo… claridad absoluta, transparencia r… Limpidez cuya entraña, como el fon… con el tiempo se afirma, con la sa… ¿Qué lucientes materias duraderas…

Por los campos luchados se extiend… Y de aquella extensión de cuerpos… salta un trigal de chorros calient… en roncos surtidores. La sangre llueve siempre boca arri…

Una querencia tengo por tu acento, una apetencia por tu compañía y una dolencia de melancolía por la ausencia del aire de tu vie… Paciencia necesita mi tormento,

En trenes poseídos de una pasión e… por el carbón y el hierro que los… y en tensos aeroplanos de plumaje… recorro la nación del trabajo y la… De la extensión de Rusia, de sus…

Si hay hombres que contienen un al… una esparcida frente de mundiales… cubierta de horizontes, barcos y c… con arena y con nieve, tú eres uno… Las patrias te llamaron con todas…

Uvas, granadas, dátiles, doradas, rojas, rojos, hierbabuena del alma, azafrán de los poros. Uvas como tu frente,

“Me quedaré en España, compañero”… me dijiste con gesto enamorado. Y al fin sin tu edificio trotante… en la hierba de España te has qued… Nadie llora a tu lado:

El cementerio está cerca de donde tú y yo dormimos, entre nopales azules, pitas azules y niños que gritan vívidamente

Tu corazón, una naranja helada con un dentro sin luz de dulce mie… y una porosa vista de oro: un fuer… venturas prometiendo a la mirada. Mi corazón, una febril granada

Entusiasmo del odio, ojos del mal querer. Turbio es el hombre, turbia la mujer.